HISTORIA Y MEMORIA

En los últimos tiempos se ha discutido mucho sobre la memoria histórica a raíz de la creación de leyes por parte del Gobierno de España tales como la “Ley de Memoria Histórica” de 2007, o la “Ley de Memoria Democrática” que está en trámites en este año 2021. A continuación trataremos de explicar lo que es la memoria y que relación tiene esta con la Historia.

Según los psicólogos la memoria es el conjunto de recuerdos y olvidos, va cambiando según la sociedad a la que pertenece. De lo ocurrido en el pasado hay hechos que la memoria activa y otros que oculta, estos hechos que se activan no son el pasado, sino que solo son fragmentos que se van modificando. La memoria está condicionada por la historia, sobre todo la memoria que se quiere implantar.

No existe una memoria automática, esta es colectiva (y puede ser oficial o no). La colectiva no es una suma de las memorias individuales y se está reconstruyendo continuamente. No existe una memoria sino que existen memorias, puesto que no hay una sola memoria colectiva. Lo que si es una es la memoria oficial, esta también es cambiante y manipulada. Los hechos que quedan en la memoria son los más impactantes, y existe una consideración de que conviene recordar elementos de ese pasado y otros que no, y así es como se va configurando una memoria de grupos. Hay una guerra de memorias continuamente y desde la política interesa crear una memoria colectiva y esto crea una guerra.

La memoria se ha cultivado mucho en Francia, allí se formó por el comportamiento de la sociedad ante el nazismo y la descolonización. Por su parte, en Alemania se incide en la memoria al hablar del nazismo y la creación de la Alemania post-nazi y su división en dos modelos.

Otro de los aspectos clave es el lenguaje, este es fundamental a la hora de construir la memoria, la educación pública o el adoctrinamiento juega un papel importante, así como la prensa o redes sociales.

Hay un conflicto grande entre la historia y la memoria, ya que suele tratar temas traumáticos. La memoria no es algo simple, es algo entre lo vivido y lo recordado. En la memoria individual intervienen muchos factores como: lo vivido, lo que le han contado, lo que lee, y lo que las instituciones quieren que se recuerde. Julio Aróstegui habla de la historia vivida, esta es en la que tenemos protagonistas con memoria de ese tiempo. Cada generación tiene una memoria (que no es historia) de su tiempo histórico, o de un hecho histórico. Lo que no tiene sentido es que personas que no tienen esa memoria (sino que tienen una heredada, esto siempre es un problema puesto que tienen incrustadas filias y fobias personales de quienes lo vivieron) tratan de crear una memoria a una generación nueva sobre hechos no vividos (lo cual está en total desacuerdo con lo que es la memoria). Muchas de las fuentes están contaminadas políticamente, esto no se descubre de forma inmediata.

El trabajo de los historiadores debe de ser evitar que estas contaminaciones acaben siendo impuestas a la sociedad como una memoria colectiva, o por lo menos matizar las memorias creadas por intereses políticos que solo tratan de obtener réditos y no contar la historia. Los historiadores no pueden dejarse vender por un puesto de trabajo o una subvención a cambio de permitir la perversión del relato histórico.

 

Aróstegui, J. (2004). La historia vivida : sobre la historia del presente. Alianza Editorial.

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